Todos los principios del cielo y de la tierra están vivos
dentro de ti. La vida misma es la verdad y esto nunca cambiará. Todo, en el
cielo y en la tierra, respira. La respiración es el hilo que ata a la creación y
la mantiene unida. Cuando la miriada de variaciones de la respiración universal
pueden ser percibidas, nacen las técnicas individuales del Arte de la
Paz.
Considera el flujo y reflujo de la marea. Cuando las olas vienen a
golpear la orilla, se alzan y caen provocando un sonido. Tu respiración debería
seguir el mismo patrón, absorbiendo el universo entero en tu vientre con cada
inhalación. Debes saber que todos tenemos acceso a cuatro tesoros: La energía
del sol y la luna, la respiración del cielo, la respiración de la tierra y el
flujo y reflujo de la marea.
Aquellos que practican el Arte de la Paz deben de proteger los
dominios de la Madre Naturaleza, divino reflejo de la creación, y mantenerla
bella y fresca. La calidad del guerrero da origen a la belleza natural. Las
técnicas sutiles de un guerrero surgen tan naturalmente como aparecen, la
primavera, el verano, el otoño y el invierno. La calidad del guerrero no es otra
cosa que la vitalidad que sustenta toda vida.
Cuando la vida es victoriosa, hay nacimiento; cuando impedida, hay
muerte. El guerrero está permanentemente dedicado a una lucha de vida o muerte
por la Paz.
Morihei
Ueshiba
Recebi de Kassandra Orama
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