Los minerales de sanación relacionados con la luna desde
el inicio de los tiempos son: La Andularia, La Selenita y La Labradorita. Ellas
pueden presentar un aspecto rugoso, pueden ser de color blanco opaco o bien
transparente y vidrioso.
Sea cual sea la que te atraiga, todas las piedras lunares tienen en común su afinidad con la Luna y, por lo tanto, con las mujeres. Las lunares nos equilibran y nos aportan una energía naciente que nos ayuda a nutrirnos y a asimilar y celebrar nuestra naturaleza femenina.
Para el Cuerpo
Llevar colgantes, pendientes, anillos y otros ornamentos de alguna piedra lunar potencia y fortalece nuestro lado femenino puesto que ellas favorecen cualquier proceso de asimilación tanto a nivel digestivo como de experiencias vividas. Especialmente su energía es favorecedora si padecemos algún problema del aparato digestivo, como digestiones lentas, acidez o úlceras.
En estos casos conviene situar varias piedras lunares sobre la zona abdominal donde sintamos la molestia y, además, beber mucha agua rica en energías lunares. Para ello introduce una piedra en una jarra o botella de agua y déjala reposar toda la noche; si a Luna está creciendo, saca la botella o jarra al exterior para que reciba la beneficiosa luz del sol reflejada por la Luna.
Para la mente
Para los pensamientos, la influencia de las piedras lunares resulta muy beneficiosa por su energía calmante, ya que sosiega la mente cuando le damos vueltas a algo que nos preocupa. En estos casos, la sugerencia es que coloques durante unos minutos al día tú piedra lunar sobre el entrecejo, en actitud relajada, con los ojos cerrados, para sentir su vibración y tratando de mantener en tu mente sus mágicos reflejos blanco- azulados.
Si lo que te produce inquietud es algo que te preocupa, coloca, además varias piedras lunares sobre el corazón.
Si sueles tener poca paciencia o enfadarte con facilidad, o eres propensa a los arrebatos temporales, las piedras lunares pueden ayudarte a asimilar este exceso de energía y transformarla en paz y calma.
Para el alma
En ocasiones cuando algo nos preocupa tanto a nivel personal como debido a nuestros seres queridos (especialmente si somos madres), empezamos a padecer de insomnio, nos cuesta conciliar el sueño e incluso podemos tener pesadillas o sensaciones extrañas. Esto se debe a que nuestra energía áurica, nuestro campo bioenergético se encuentra alterado y el sueño no resulta reparador.
En estos casos te sugiero que tengas cerca de tu mesita de noche las piedras lunares y cuando ya estés en la cama coloca la piedra lunar debajo de tu almohada, y otra en el área de tu abdomen, y en un par de días después sentirás el cambio.
En el caso de sentirte triste y melancólica, lleva una Andularia como dije cerca del corazón y el consuelo desde el nivel del alma te llegará en poco tiempo..
Sea cual sea la que te atraiga, todas las piedras lunares tienen en común su afinidad con la Luna y, por lo tanto, con las mujeres. Las lunares nos equilibran y nos aportan una energía naciente que nos ayuda a nutrirnos y a asimilar y celebrar nuestra naturaleza femenina.
Para el Cuerpo
Llevar colgantes, pendientes, anillos y otros ornamentos de alguna piedra lunar potencia y fortalece nuestro lado femenino puesto que ellas favorecen cualquier proceso de asimilación tanto a nivel digestivo como de experiencias vividas. Especialmente su energía es favorecedora si padecemos algún problema del aparato digestivo, como digestiones lentas, acidez o úlceras.
En estos casos conviene situar varias piedras lunares sobre la zona abdominal donde sintamos la molestia y, además, beber mucha agua rica en energías lunares. Para ello introduce una piedra en una jarra o botella de agua y déjala reposar toda la noche; si a Luna está creciendo, saca la botella o jarra al exterior para que reciba la beneficiosa luz del sol reflejada por la Luna.
Para la mente
Para los pensamientos, la influencia de las piedras lunares resulta muy beneficiosa por su energía calmante, ya que sosiega la mente cuando le damos vueltas a algo que nos preocupa. En estos casos, la sugerencia es que coloques durante unos minutos al día tú piedra lunar sobre el entrecejo, en actitud relajada, con los ojos cerrados, para sentir su vibración y tratando de mantener en tu mente sus mágicos reflejos blanco- azulados.
Si lo que te produce inquietud es algo que te preocupa, coloca, además varias piedras lunares sobre el corazón.
Si sueles tener poca paciencia o enfadarte con facilidad, o eres propensa a los arrebatos temporales, las piedras lunares pueden ayudarte a asimilar este exceso de energía y transformarla en paz y calma.
Para el alma
En ocasiones cuando algo nos preocupa tanto a nivel personal como debido a nuestros seres queridos (especialmente si somos madres), empezamos a padecer de insomnio, nos cuesta conciliar el sueño e incluso podemos tener pesadillas o sensaciones extrañas. Esto se debe a que nuestra energía áurica, nuestro campo bioenergético se encuentra alterado y el sueño no resulta reparador.
En estos casos te sugiero que tengas cerca de tu mesita de noche las piedras lunares y cuando ya estés en la cama coloca la piedra lunar debajo de tu almohada, y otra en el área de tu abdomen, y en un par de días después sentirás el cambio.
En el caso de sentirte triste y melancólica, lleva una Andularia como dije cerca del corazón y el consuelo desde el nivel del alma te llegará en poco tiempo..
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