Los neo-paganos, wiccanos, druidas y
nuestros primos mas coloridos, los nueva era, no tenemos un libro sagrado como
tal –lo cual no quiere decir que no tengamos acceso a diversas lecciones
espirituales, encontradas en la naturaleza, en el mundo de las ideas, símbolos
y sueños, en las palabras de guías, mortales o no, y en el templo interior
donde habita la luz divina. Es de esta interactiva y multidimensional
biblioteca que sacamos hoy tres lecciones espirituales, compartidas (con
ciertas variaciones) por la mayoría de los grupos ya mencionados.
1) Crea
con la certeza de que lo que haces es perfecto.
No permitas que el temor a la crítica o la duda sobre tus habilidades cercenen
la inspiración. Crear en un acto sagrado, donde la Divinidad te confía una
semilla de posibilidad para que la hagas realidad en el mundo material. Para
ellos te ha entregado diferentes dones y experiencias de aprendizaje. Al crear
nos conectamos con nuestra Diosa Interior y nos hacemos partes activas en la
continua danza de la vida. Lo creado, grande o pequeño, perenne o efímero,
personal o plural, es igual de magnifico e importante que el Big Bang, pues es
una manifestación de la Diosa en diferentes niveles: espiritual, intelectual,
emocional y material. Cuando abandonas los miedos, la auto-critica, la dejadez
y te involucras de lleno en el acto de crear, haces posible una comunión entre
la naturaleza y el espíritu; te reafirmas como co-creadora de la realidad y
encuentras un lugar claro en la red de Wyrd (destino). Y cuando te entregas de
lleno al acto de crear, hadas y ángeles, dioses y devas, guías y maestros están
ahí contigo, rodeándote, protegiendo el espacio creativo, sosteniéndote sobre
sus hombros, admirando la maravilla que sale de ti hacia el mundo y rezando
contigo, porque todo acto de creación en una oración de alabanza a la vida, la
Diosa y el universo entero.
2) Confía
que estas en el camino correcto y recórrelo a pesar de los obstáculos.
Muchas veces dudamos sobre nuestras habilidades de discernir cual es nuestro
propósito en este vida, si lo estamos llevando a cabo, si habremos elegido la
carrera, los compañeros los caminos correctos para realizar el plan divino. La
respuesta a estas dudas es tan simple que la mayoría tiene problema en creerla:
es si, porque no hay manera de equivocarte. Tú estás en esta vida para
ser tú. Así de simple. El tú que eres hoy no es necesariamente el fuiste ayer
ni el que serás mañana. Eso está bien. Quizás tengas unos grandes deseos de
cambio y quizás no; a lo mejor estás contento en dóndes te encuentras y a lo
mejor no; tal vez veas a tu vida como algo perfecto y tal vez no. En todos los
casos tienes razón. Cuando estés listo para vivir otra experiencia, cambiar de
percepción y encontrar una verdad, la vida se encargará de ponerte trampas y/o
miguitas de pan; de llamarte con su canción de sirena o darte una patada por el
trasero. Recibirás la visita de un ángel o de un vampiro, pero en cualquier
caso algo en ti se moverá y te pedirá ir, hacer, cambiar, renunciar, intentar,
aprender, dejar de lado, aceptar –lo que sea. Mientras más te rehúses a
escuchar esos mensajes probablemente menos feliz serás, pero incluso eso está
bien, porque tarde o temprano aprenderás a escucharlos y a confiar en ellos.
Así que inspirándote en la ley de la brujas aprende esto: mientras no dañes a
nadie (y recuerda que eso te incluye a ti), vas por buen -aunque quizá
innecesariamente tortuoso- camino.
3) Tener
fuertes convicciones sobre nuestro poder interno no significa pararse frente al
tren para detenerlo con nuestra “voluntad”.
Eso es, en el mejor de los casos, ser tonto; en el peor, ser increíblemente
egocéntrico y/o desequilibrado mental. Los paganos y particularmente los que
lidian con la magia, sabemos que hay trabajar con las leyes físicas al igual
que las espirituales y si bien los cambios mentales producen efectos físicos,
el monje budista o el chaman más experto del mundo tan solo logra flotar unos
centímetros sobre la tierra y por poco tiempo. Es por ellos que el resto de los
mortales tomamos el avión. Para usar tu poder interno debes conocer las leyes
físicas y espirituales del universo y trabajar con y no en contra de ellas.
Podrás repite mil veces que eres delgado, pero si no comienzas a limitar el
número de pasteles que comes, el poder de la afirmación va a ser limitado. Decir
que eres delgado es un paso para pensar como una persona delgada y actuar como
una persona delgada y aunque siempre existe la excepción que confirma la regla,
la mayoría de las personas delgadas tienen un patrón alimenticio muy diferente
a las personas obesas. La visualización, mantra, afirmación, meditación, ritual
o hechizo presentan rutas para encontrar al delgado en ti y cambiar tus
patrones, pero como te dirán muchos practicantes de la programación
neuro-lingüística, estos cambios se hacen más permanentes y “reales” cuando
actuamos y reaccionamos en el mundo físico en concordancia con la programación
espiritual/intelectual que estamos creando. Por ellos decir que llamas a la
prosperidad a tu vida y rehusarte a dar una limosna o ayuda económica por miedo
a carecer son actitudes contraproducentes y normalmente la acción física
cancela la programación interna.
KaremBarratt
(Enviado por Kassandra)
Nenhum comentário:
Postar um comentário