Que el día que el peso se abata
sobre tus hombros y tropieces,
baile el barro para equilibrarte.
Y cuando tus ojos se hielen detrás de la ventana gris
y de ti se apodere el espectro de lo perdido,
que una legión de colores,
índigo, rojo, verdey azul heráldico
despierte en ti un vergel deleitoso.
Cuando se gaste la lona de la barca del pensamiento
y una mancha de océano se forme debajo de ti,
surque las aguas un largo sendero de luna
por donde volver sano y salvo.
Sea tuyo el alimento de la tierra,
sea tuya la claridad de la luz,
sea tuyo el fluir del océano
sea tuya la protección de los antepasados.
Y así, que un lento viento te envuelva
en estas palabras de amor,
un manto invisible para velar por tu vida.
sobre tus hombros y tropieces,
baile el barro para equilibrarte.
Y cuando tus ojos se hielen detrás de la ventana gris
y de ti se apodere el espectro de lo perdido,
que una legión de colores,
índigo, rojo, verdey azul heráldico
despierte en ti un vergel deleitoso.
Cuando se gaste la lona de la barca del pensamiento
y una mancha de océano se forme debajo de ti,
surque las aguas un largo sendero de luna
por donde volver sano y salvo.
Sea tuyo el alimento de la tierra,
sea tuya la claridad de la luz,
sea tuyo el fluir del océano
sea tuya la protección de los antepasados.
Y así, que un lento viento te envuelva
en estas palabras de amor,
un manto invisible para velar por tu vida.
Repassando de Kassandra Orama
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